El método tradicional de enseñanza universitaria, la transmisión de conocimientos desde un experto profesor a alumnos que lo asimilan, ha entrado en una crisis irreversible, un callejón sin salida del que empezaremos a salir a partir de 2010 con la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES).
En la sociedad de la información y el conocimiento ya no serán útiles los titulados con las cabezas rellenas de información, sino aquellos con las habilidades para buscar, obtener y procesar dicha información, capaces además de convertirla en conocimiento útil que pueda ser aplicado profesionalmente.
En este nuevo contexto tampoco serán útiles los profesores expertos en conocimiento a menos que estos sean capaces de contribuir al desarrollo de las habilidades profesionales de sus alumnos. Las instituciones de educación superior que no sean capaces de afrontar exitosamente este cambio tendrán un futuro oscuro y dificil. Por contra las que lo implementen exitosamente tendran un futuro de éxito y viabilidad.
Para producir profesionales aptos para la sociedad del conocimiento es necesario desarrollar un nuevo tipo de instrucción universitaria centrada en el aprendizaje activo del alumno. Solo de este modo nuestros alumnos desarrollaran las competencias profesionales y la capacidad para el aprendizaje autónomo que les serán imprescindibles en su futuro profesional.
De esto se dieron cuenta hace más de 15 años en los países más avanzados en educación universitaria: Estados Unidos, Reino Unido, países nórdicos y este asiático. El informe Boyer de la Fundación Carnegie (1997) y la declaración de Bologna (1999) establecían la necesidad de importantes cambios en la educación universitaria en Estados Unidos y Europa.
Lamentablemente, un decenio después, en España la mayoría de los profesores universitarios todavía no son conscientes de la trascendencia de estos cambios, ni se han podido preparar para su nuevo papel en el futuro Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). Aunque en honor a la verdad sus instituciones tampoco les han ayudado a ello.
Un preocupante 97% de los profesores uiversitarios asistentes a nuestros cursos de formación en estrategias de aprendizaje activo cree no estar suficientemente preparado para afrontar los cambios que supone la adaptación al EEES. En la actualidad somos pocos los profesores Universitarios españoles que hemos cambiado nuestra docencia para centrarla en el aprendizaje activo del alumno con el objetivo de desarrollar sus competencias profesionales.
En la Universidad de Alcalá el área de Inmunología lleva aplicando estas metodologías de aprendizaje activo (aprendizaje por medio de problemas) desde 1997. Con el tiempo y con la práctica nos hemos convertido en expertos en el desarrollo de ambientes educativos centrados en la actividad del alumno, ambientes que fomentan el pensamiento crítico de los alumnos y que utilizan profusamente el aprendizaje por medio de problemas, el aprendizaje por medio de proyectos, el estudio de casos, las discusiones, los seminarios y también las clases interactivas y participativas.
Conscientes de la transcendencia de nuestras innovaciones de cara al futuro de la instrucción universitaria hemos realizado un considerable esfuerzo para la difusión institucional y la extensión de nuestra experiencia. Durante 2005 y 2006 hemos promovido la realización de 6 cursos de formación del profesorado en estas metodologías en nuestra universidad a los que han asistido un total de 150 profesores. Con ello, sin embargo, no hemos siquiera llegado al 10% de los profesores de nuestra universidad. A este ritmo (75 profesores formados / año) nos harían falta otros 18 años para llegar al 100% de nuestro profesorado (y para 2010 sólo faltan cuatro años). Estas cuentas salen mucho peor en otras universidades que han sido todavía más tímidas en la preparación de su profesorado para el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES).
En 1999 en la declaración de Bologna se acordó crear un EEES e implantar antes de 2010 nuevos planes formativos que, para desarrollar las competencias profesionales, se basan en el aprendizaje activo del alumno. Han pasado ya siete años y poco se ha hecho en nuestro país para preparar al profesorado Universitario ante los inminentes y radicales cambios de metodología pedagógica que serán imprescindibles para afrontar la metodología ECTS.
Dada la falta de preparación de nuestro profesorado ante dichos cambios, la implantación de los nuevos planes será una odisea llena de peligros e incertidumbres para alumnos y profesores obligados a desempeñar papeles para los que inexplicablemente no han sido preparados. Hablando metafóricamente el resultado de la implantación apresurada del EEES puede ser tan devastador como el de un tsunami con la notable diferencia de que en el caso del EEES, al menos los máximos dirigentes universitarios saben con una anticipación de 11 años, que será en 2010 cuando la primera ola nos alcance y si no toman las medidas pertinentes con anterioridad serán denigrados por imprevisión y su falta de visión estratégica.
En España lamentablemente estamos haciendo un gran honor a nuestra triste fama de confiarlo todo al esfuerzo del último minuto. Han pasado ya 7 años y muy poco hemos hecho para preparar a nuestro profesorado antes de que nos alcance la necesidad imperiosa de implantar los nuevos planes basados en créditos ECTS (European Credit Transfer System). En consecuencia a menos que las Universidades emprendan con urgencia planes acelerados para la formación de su profesorado en las nuevas metodologías ECTS (el aprendizaje activo y centrado en el alumno) podemos vaticinar una odisea universitaria española para 2010. Una odisea en la que las instituciones y centros que estén menos preparados podrían incluso naufragar en las procelosas aguas del incógnito EEES.
Varias experiencias piloto de implantación de nuevos planes de estudios basados en el sistema ECTS en nuestro país han demostrado claramente lo que ocurre cuando se salta abrupta y precipitadamente al nuevo sistema sin preparar adecuadamente a profesores y alumnos. Los profesores mantienen intactas las exigencias de aprendizaje tradicionales y añaden a ellas la realización de las múltiples tareas para los estudiantes que estipulan los planes ECTS sin considerar de un modo científico y experimental la carga real de trabajo que suponen estas tareas para sus alumnos.
Mal pueden suponer los profesores el trabajo que una actividad supone para un estudiante si no han realizado estudios previos para realizar el cálculo de la carga real, más bien suelen estimar el tiempo de trabajo del alumno en base a aquel que el profesor estima que necesitaria el mismo para completar la actividad. De este modo se subestima la carga de trabajo que las actividades suponen para los alumnos en casi todas las asignaturas. El resultado de una sobrecarga de trabajo ejercida simultaneamente desde las distintas asignaturas es muy dificil de soportar para los alumnos.
No se debería ocultar (como se ha hecho) el resultado de tal sobrecarga de trabajo para los infortunados alumnos de los planes piloto ECTS impartidos por profesores faltos de preparación en aprendizaje activo: las tasas de fracaso de los alumnos aumentan considerablemente y también el porcentaje de alumnos que abandonan los estudios para cambiar a otras carreras. Es claro que la causa de esta adaptación disfuncional el sistema ECTS es fruto de la escasa preparación del profesorado que no ha tenido oportunidad de experimentar las nuevas metodologias ni experimentar con sus alumnos cuál es la autentica carga de trabajo que suponen las tareas encomendadas.
La cuestión que nos plantean estas experiencias fallidas (pero necesarias para diagnosticar los problemas) es: ¿Queremos que esto ocurra de modo generalizado tras 2010, cuándo además los alumnos no podrán cambiar ya a otras titulaciones que no sigan el sistema ECTS?
Para evitar una catástrofe de tales dimensiones y propiciar la implementación exitosa de estos cambios en nuestro sistema educativo universitario es necesario realizar una fuerte inversión en la formación de nuestro profesorado para que pueda adaptarse a su nuevo papel en el nuevo modelo de educación universitaria que propugna el EEES. Sólo nos quedan cuatro años para formar y entrenar a nuestro profesorado en las metodologías de aprendizaje activo centradas en el alumno que constituyen la metodología propuesta por el EEES y que son desconocidas para la mayoría de los profesores universitarios españoles.
Son necesarios por tanto planes de formación acelerada del profesorado universitario en metodologías de aprendizaje activo. Con ese fin profesores de la Universidad de Alcalá han desarrollado un a serie de cursos de formación del profesorado en estrategias de aprendizaje activo que han sido impartidos en ocho distintos campus de otras universidades españolas con resultados muy satisfactorios. En la Universidad Rey Juan Carlos I hemos impartido en un tiempo record (cuatro meses) cuatro cursos en distintos campus que nos han permitido formar a un elevado número de profesores en las estrategias de aprendizaje activo.
También para ello he desarrollado este blog y un sitio Web sobre PBL (
http://www2.uah.es/problembasedlearning/ ) que desde hace cuatro años ha recibido mas de 10.000 visitas (5.000 el último) de profesores españoles e hispanoamericanos (Argentina, Bolivia, Chile, Cuba, Colombia, Nicaragua, México, Perú, Venezuela y Uruguay). El propósito de este sitio web es
proporcionar información y materiales que he desarrollado para mis propios cursos centrados en el alumno y basados en el aprendizaje por medio de problemas.
Espero que estos materiales y herramientas sean de ayuda a todos aquellos profesores que desean incorporar actividades de aprendizaje centrado en el alumno a su docencia. Estoy dispuesto a impartir cursos sobre estas metodologías en las Universidades que me lo soliciten, pero hay lista de espera por lo que
pedimos a las instituciones organizadoras que contacten con nosotros para programar los cursos con la suficiente antelación. No dudéis en contactar con nosotros en la dirección
alfredo.prieto@uah.es